El megáfono advierte del peligro de que en unos instantes pasará un tren que no parará en esta estación. A los pocos segundos se oye la máquina acercándose ; ya está aquí empujando el viento y asustando con tanto vagón y tanto tren, pasando a toda máquina por un lugar que hacia momento era todo paz y tranquilidad.
Al cabo de unos minutos el amor llega la estación; Carmen está bajando del tren. ¡Oh my God! ¡Cuanto la echaba de menos! La abrazo fuerte, bueno, más bien, la estrujo entre mis brazos . Al rato, cenando en un indio con buena reputación ( donde ya cené mi primer día aquí) y el único abierto a estas horas, nos ponemos al día en mimos y risas on-live .
Trujillo, un buen amigo de Valencia, ya me dijo que el combo de campo y fish&chips le había gustado en su breve visita de una tarde. El fish&chips ya llegará, pero lo que tengo claro es que Carmen no se librará del paseíto rural esta mañana. Yo ya estoy deseando verla haciéndose la valiente con las vacas y los toritos del ganado que pasta por la zona. Las bailarinas que ha traído, no siendo un calzado idóneo para el campo, no harán que se libre del bosque con sus claros y umbrías, ardillas, pajaritos y pajarracos y, si tiene suerte, algún ciervo huidizo.
Hoy a las 14:58h Londres Paddington será la última parada de nuestro tren. Tenemos un plan orientativo de los sitios donde iremos, no me preguntéis, esas cosas las lleva Carmen…pero yo ya he quedado para dos citas indispensables en la ciudad: Joaquín y la Cube LTD 29er. Joaquín es mi primo inglés: nacido de las playas del levante y los bosques de Escocía, crecido en Reino Unido pero disfrutando del sol de Denia en verano, ahora está en Londres trabajando. En la cena de hoy aprovecharé para agradecerle la ayuda que me ha ofrecido para mi aventura particular en este país.
29 pulgadas de rueda, 19 pulgadas de cuadro: Cube, la devoradora de sendas, está esperándome al este de Londres. Aunque las medidas en pulgadas no ayuden para haceros una idea, ya os digo yo que es un buen bicho de bici, sobre todo teniendo en cuenta que soy un amateur en cuestiones de mountain bike. Es de segunda mano, teóricamente con poca montaña a los tacos, pero yo la voy a sacar a pasear cada tarde que pueda. Igual que hasta hoy estoy saliendo a correr cruzando campos y bosques, pero con la bici será más rápido, más divertido y llegaré más lejos porque, mientras dure el buen tiempo, sé que quiero más de esto. No me cabe la menor duda que está primera inversión con mi modesto salario la amortizaré con ganas y pasión.
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