Esta semana he disfrutado trabajando. Me ha encantado
trabajar con estos chavales, tan majos todos, y enseñarles como hacer una
cabaña, un buen fuego o una catapulta.
¡Pero que fácil entran estos tornillos! Uno detrás de otro
van uniendo las maderas que tenemos a nuestra disposición. Las taladradoras convertidas
en destornilladores mecánicos hacen que el trabajo sea un delicia y muy fácil.
A pesar de ello algunos niños tienen problemas para acoplar el tornillo con la
pieza del máquina, ejercer la presión y mantener la posición horizontal ; para
eso estoy yo. Y también para explicarles lo que tienen que hacer porque sobre
todo al principio estaban un poco perdidos. No es tan evidente como se hace una
casita de madera, aunque tengas toda la madera del mundo.